martes, 2 de agosto de 2016

¡Qué poco dura la alegría en la casa del pobre!

Quizá te haya pasado: Tienes un blog o un sitio web que apenas recibe visitas y un día, de pronto, cuando, de puro aburrido, compruebas si alguien ha visualizado alguna de sus páginas... ¡guau! ¡los contadores se han disparado y parece que comienzas a tener toda esa relevancia que siempre creíste merecer!

Bueno, sí, puede que sea eso. Pero es más probable que hayas sido víctima de un ataque de "SPAM de Rererer". Alguien ha puesto un programita a hacerte visitas incluyendo una cabecera "Referer" con una determinada URL. Una URL cuyo documento, por supuesto, no incluye ninguna referencia a tu sitio web.

¿Para qué?

Para empezar, si tu sitio tiene alguna página de estadísticas de acceso, en ella podría aparecer la URL que te enviaron como Referer. Y, si los bots de los buscadores la ven... ya sabes cómo interesa a cierta gente que haya enlaces a sus páginas y qué son capaces de hacer para conseguirlos.

Pero lo más probable es que se trate de una técnica de Ingeniería Social. Si, al revisar tus estadísticas, ves que recibes muchas visitas desde una URL, quizá te pique la curiosidad y quieras saber qué dicen de ti. Si te recomiendan o te critican. Si se trata de otra web con una temática similar a la tuya que podría interesarte. Si...

Y vas y visitas esa URL para comprobarlo.

A partir de ahí puede pasar cualquier cosa: que te intenten vender algo, que te traten de colar malware, que recopilen de ti toda la información que tu navegador proporciona (que no es poca) y la procesen para preparar un posterior ataque "más grave"... ¡cualquier cosa que pudiera ocurrírsete y alguna otra más!

Por supuesto, si tienes un sitio web popular posiblemente no repares en el Referer que te envían como SPAM. Quizá ni siquiera aparezca en las estadísticas de acceo. Quedará relegado a un puesto poco visible entre tantas visitas legítimas.

Pero si, como comenzaba planteando al principio, apenas tienes quien te lea... ¡entonces sí que aparecerá en lugar destacado en tus estadísticas, tentador e insinuante!

Lo dicho: ¡Qué poco dura la alegría en la casa del pobre!

No hay comentarios:

Publicar un comentario